Reseña

En A todo riesgo..., poemario de Amparo Montalva Zegers, se asume la contemplación frente al espejo, para escudriñar en las reverberaciones de la existencia luces y sombras, el continuo devenir que nos mantiene siempre distintos. Con un lenguaje directo, explora y experimenta atribuir a las palabras la responsabilidad de decir lo inasible, el absurdo, la contradicción de lo cercano y de lo distinto; las usa para raspar entre costras los signos lingüísticos que nombran instantes únicos, porque ha llegado para ella la hora de mentarlos, de deslindar conceptos, de arrebatarle al amor su mascarada y de revisar su soledad, las penas, el recorrido por la noche, por las entrañas de la familia y sus ausencias, por la injusticia de ser y de actuar sólo como testigo.
En sus poemas hay una primera persona, un sujeto lírico consciente de su voz que repite –ésa es la marca más evidente de su estilo–, insiste, para que se fije el contorno de sus huellas. Para ella es tiempo que observa, a través de tóxicos momentos, materiales instantes, anécdotas para ser confesadas, ideas para declararse, gritos para ser escuchados; es voz haciendo al sustantivo propio, al adjetivo un accidente, a la palabra un reto con una única salida: el optimismo que necesita la vida… a todo riesgo.
Arturo Texcahua