Los hermanos Covarrubias Portatui
Inquisición y conspiraciones en tiempos revolucionarios
La oportunidad de contrastar las experiencias de los hermanos Josef y Gerónimo Covarrubias Portatui invita a reflexionar sobre el siglo XVIII novohispano y el permanente juego entre la voluntad, el condicionamiento social y el azar en una época de fuertes cambios políticos, de intrigas y revoluciones en las que las historias de migración, de adaptación, de transformación y de sufrimiento fueron incontables.
Hoy, sin embargo, podemos dibujar a un Josef mucho más completo gracias a sus cartas privadas; más que ensalzar al autor y traductor por su obra, nos interesa como individuo en la sociedad; como hombre de letras interesado en lucrar y ascender, y también como abogado y fiscal con pretensiones de grandeza.
¿Pero cuál sería el interés de estudiar a Gerónimo? ¿Cómo justificar el estudio de un comerciante fracasado, de un contador y funcionario menor que no dejó escritas más que algunas cartas personales y al que sólo conocemos por el proceso inquisitorial que se formó en su contra? ¿Bastaría el hecho de ser un “reo famoso” de Inquisición? ¿Qué lo distinguía de los otros franceses e “individuos peligrosos” procesados en 1794? El hecho de que la Inquisición quisiera unir la sospecha de conspiración con la sospecha de herejía puede ser en sí mismo un asunto de interés, pero tal vez la verdadera razón se encuentre en que en su caso se aprecia, más que en cualquier otro, la profunda discordancia entre el sujeto común y el sujeto peligroso que quiso retratar el largo proceso judicial. Este largo proceso y su extraña defensa deparan desconciertos y sorpresas al lector, y al mismo tiempo evidencian las contradicciones de la Inquisición y de una sociedad educada sobre el principio de la desconfianza a lo extraño.