Valoración constructiva de la Agenda 2030: revisión de lo que se ha quedado atrás
La Agenda 2030 para el Desarrollo S Sostenible fue creada tras un amplio debate que llevó al consenso para incluir una diversidad de temas que requerían visibilidad y atención en el camino hacia el denominado “desarrollo”. Sin embargo, existen ciertos temas que no son explícitamente abordados por la Agenda 2030, aun cuando su consideración es indispensable para su consecución debido a su vinculación con alguno de ellos, o bien, requieren ser incluidos a partir de un constantemente cambiante contexto mundial. Tales son los casos de la crisis económica, la pandemia, las constantes migraciones internas e internacionales, la preocupante carencia de planeación urbana, el desempeño del sector privado, la aparición de movimientos sociales de índole climática, cultural, y de derechos humanos, así como los avances tecnológicos, como el fomento al uso de la inteligencia artificial y los procesos de digitalización en la vida económica, doméstica y gubernamental. Su exclusión puede tener un impacto negativo en el logro de los objetivos y las metas de la Agenda, y deberían ser considerados, al menos en la transición hacia una nueva agenda post-2030. Esta situación permite observar que los esfuerzos encaminados a lograr el desarrollo sostenible muestran claroscuros de la Agenda 2030 que deben ser observados y analizados como oportunidades para contribuir a la promoción y el logro del desarrollo sostenible.