Malintzin
Voz de dos mundos
La mujer que sería conocida como Malintzin, sin duda la más importante en el proceso que se conoce como la conquista de las culturas indígenas mesoamericanas por los españoles, y protagonista central en la historia de lo que hoy es México, nació en un pequeño asentamiento náhuatl de la costa de Tabasco. Cuando era niña fue tomada por la fuerza, entregada como concubina y cocinera por su propio pueblo y esclavizada en una localidad chontal vecina, donde vivió su infancia y adolescencia. Su figura ha permeado la historia de México. Fue personaje central en la compleja y dramática trama de la conquista y colonización de las culturas originarias que habitaban buena parte del actual México, conocidas, desde el siglo XVI —por un error de Cristóbal Colón—, como indias, y partir del siglo XIX, como indígenas. Se han escrito muchos libros y estudios acerca de Malintzin. A partir del siglo XIX se le estigmatizó, identificando su nombre —derivado del que le impusieron los españoles al bautizarla como Marina— como el apelativo con el que se popularizó su historia: “Malinche”, sinónimo de traidora, término con el que se identifica a alguien que reniega de su pueblo y que se entrega o prefiere al extranjero. Nada más alejado de la realidad, de lo que fue y de lo que hizo esta mujer extraordinaria.