Senderos de antaño
Derroteros de ogaño
Esta obra aborda textos que Ezequiel A. Chávez comenzó a plasmar en México, y logró concluir en París en el año de 1926. De manera inicial fue pensado como libro de lectura para niños, pero también ha resultado propio para adultos.
Se cuentan, en estos escritos breves, los recuerdos de su infancia en Aguascalientes, en su casa paterna. Chávez, cuyo amor por Aguascalientes fue tan grande, quiso aportar con este libro a que los “derroteros” del mañana se enderecen hacia los más nobles ideales.