Blue Demon, memorias de una máscara
Creo también que fue una sorpresa para mucha gente que yo pudiera ganarle al Santo. Muchos creían que 1953 todavía no era el momento para que El Hombre Plateado perdiera. Mucho menos ante un joven con cinco años de experiencia profesional. A pesar de todo, hubo una reacción muy favorable hacia mí. Me di cuenta de que realmente vine a crear un cambio en el mundo, de la lucha libre mexicana. La gente pasó mucho tiempo apoyando o alabando al Santo y vine a romper con esa tradición. Y lo logré con méritos propios, sin intermediarios. Para mí fue un honor haber ostentado el cinturón del campeonato mundial de peso welter.