Desarrollo regional y los retos de la sustentabilidad ambiental
El escenario global actual está marcado por conflictos socioambientales, tensiones económicas, disrupciones tecnológicas e incluso conflictos bélicos que profundizan asimetrías territoriales. Este contexto obliga a reconfigurar la forma de estudiar el territorio: pasar de miradas sectoriales y fragmentadas a enfoques de desarrollo regional sustentable e inclusivo, capaces de comprender desde el territorio, problemas interdependientes como el acceso equitativo al agua, la gestión integral de residuos, la exposición a riesgos climáticos, la presión sobre los servicios ecosistémicos, la precarización del trabajo artesanal, la pérdida de saberes tradicionales, comunitarios, y la cohesión social. Por ello, la invitación a reflexionar sobre cómo los problemas globales tienen una relación directa con los territorios y una implicación regional.
Este volumen invita a repensar el territorio como espacio de convergencia entre conocimiento científico, saberes locales y políticas públicas. Reúne propuestas y evidencias que muestran cómo las soluciones deben regionalizarse, atendiendo especificidades sociales, ambientales, productivas, entre otras. Los capítulos dialogan a múltiples escalas que pueden ir desde una comunidad, un municipio, microrregión hasta una metrópoli; abordando sectores clave: agua, residuos, agricultura y sistemas agroalimentarios, energía, educación superior y ordenamiento territorial. El objetivo es ofrecer resultados de investigación que no sólo describan problemas, sino que orienten decisiones y habiliten trayectorias de transición justas y viables.
El hilo conductor que recorre estas páginas es claro: las regiones avanzan cuando son inclusivas no sólo con las personas, sino con los actores sociales, los saberes y las culturas que las habitan. La integración de participación comunitaria, métricas de desempeño, innovación social y arreglos de gobernanza multinivel permite construir rutas de desarrollo regional sustentable e inclusivo.
La inclusión implica asegurar que todos los grupos sociales, independientemente de su origen, género, etnia o condición, participen activamente y se beneficien de los procesos de desarrollo, combatiendo la marginación y la exclusión. Por su parte, la igualdad exige reducir las disparidades económicas, sociales y territoriales, garantizando un acceso equitativo a los recursos, las oportunidades y los derechos. Cuando estos elementos —desarrollo regional, sustentabilidad ambiental, inclusión e igualdad— se articulan, se establece un marco para construir territorios resilientes, prósperos y justos, donde el bienestar humano y la protección del medio ambiente son objetivos mutuamente reforzados.
El desarrollo regional en el presente siglo se enfrenta al imperativo de conciliar el crecimiento económico y la cohesión social con la sustentabilidad ambiental. Este paradigma busca un equilibrio que garantice el bienestar y el buen vivir para todos, asegurando que los beneficios y las responsabilidades ambientales se distribuyan de manera justa entre la población, así como también prestando especial atención a las dinámicas territoriales y las especificidades de cada región. Sin embargo, para que el desarrollo sea verdaderamente sostenible y justo, es crucial incorporar los principios de inclusión e igualdad. El desarrollo debe ser holístico y basarse en las capacidades endógenas de las regiones, promoviendo la diversificación económica, la economía social y la tecnología adaptada a las regiones. La sustentabilidad ambiental implica la gestión responsable de los recursos naturales, la mitigación del cambio climático y la conservación de la biodiversidad como pilares del bienestar a largo plazo.
En este contexto, los capítulos del presente volumen exponen y discuten las experiencias de desarrollo regional sustentable e inclusivo en tres ámbitos. El primero, se refiere al desarrollo urbano, la educación y la sustentabilidad; el segundo aborda los procesos productivos, los recursos naturales y la sustentabilidad regional; y el tercero analiza los factores socioambientales en el desarrollo sustentable de las regiones.
Los capítulos que tratan sobre el desarrollo urbano, la educación y la sustentabilidad exponen los rasgos del modelo de urbanización dominante en las diversas regiones del país que se expresan en cuestiones como la gestión de los residuos sólidos, el manejo y recuperación de las áreas verdes, mitigación y adaptación ante el cambio climático, etc., con todos los impactos en el deterioro ambiental y en el incremento de la desigualdad socioeconómica, pero también las propuestas tendientes a un manejo sustentable de los recursos naturales en los territorios municipales. Asimismo, se discuten los problemas existentes en las instituciones educativas, particularmente de educación superior, tanto en el manejo inadecuado de los recursos naturales como el agua, la energía o los espacios verdes, como en las formas de enseñanza dominantes sobre la ciencia y la tecnología, que normalmente sectorializan la problemática ambiental y refuerzan esos usos inadecuados, pero también se plantean estrategias y esfuerzos institucionales para mejorar la utilización de tales recursos y para reorientar la enseñanza de las disciplinas hacia modalidades que prioricen la sustentabilidad en los procesos de desarrollo.
En el ámbito de los procesos productivos, los recursos naturales y la sustentabilidad regional, los capítulos discuten las interacciones entre las formas dominantes en que se realiza la producción económica y sus impactos socioambientales en los diversos territorios bioculturales del país, desde una perspectiva que destaca la importancia de conservar los recursos naturales y reducir las brechas de la desigualdad socioeconómica. En este sentido, se examinan casos de la producción agrícola de café, maíz, frijol y otros productos, pero también actividades artesanales, de minería, de producción de mezcal y otros alimentos, etc., donde se analizan los efectos ecológicos, así como también los económicos y socioculturales, desde perspectivas como la agroecología, la economía circular, el enfoque biocultural y el aprovechamiento de los servicios ecosistémicos. Los capítulos presentados muestran que con estas estrategias aplicadas en las actividades productivas de diversas regiones, las comunidades buscan orientar la actividad productiva hacia formas alternativas a la racionalidad económica dominante, que sean más sustentables al considerar las vinculaciones entre los aspectos sociales, económicos y ecológicos.
El tercer ámbito, que revisa los factores socioambientales en el desarrollo sustentable de los territorios, pone el acento en el examen de otras relaciones importantes, además de las productivas, que inciden en el uso de los recursos naturales, como es el caso de los aspectos culturales, las formas de gobernanza, las políticas públicas, etc. De acuerdo con estos planteamientos, algunos de los capítulos de esta vertiente analizan los problemas y las experiencias de construcción de resiliencia comunitaria a partir del manejo de huertos familiares y frente a fenómenos hidrometeorológicos en zonas costeras, el rol de los aspectos culturales en la apropiación de recursos naturales, la consideración de la inclusión financiera en las estrategias de sustentabilidad para enfrentar la complejidad del cambio climático y la vulnerabilidad ambiental de microrregiones en zonas costeras. También otros capítulos examinan la relación entre la gobernanza del agua y el desarrollo regional, así como el papel de la exposición pluvial de zonas urbanas en la elaboración e implementación de políticas públicas resilientes, en contextos urbanos de zonas metropolitanas. La mayoría de los trabajos expuestos reconocen que sólo a través del fortalecimiento de las culturas locales y de la participación de las comunidades en la apropiación, el manejo y disfrute de los recursos naturales, se pueden promover mejoras genuinas en el bienestar de las poblaciones humanas y no humanas en los diversos territorios de Abya Yala.