La tierra que no heredé
La tierra que no heredé, es la pequeña extensión de terreno con suelo propio para uso agrícola, es la “Parcela de Tierra” de cultivo agrícola que tanto ansiaba tener el miserable hambreado campesino mexicano, no por el deseo de tener algo, no por el anhelo de poseer un bien material, no por la ambición sola de ser dueño de un mínimo territorio; sino por la imperiosa necesidad de tener un medio propio para poder vivir o siquiera subsistir, y dar subsistencia precaria a su familia.