Reseña

Vasco de Quiroga, figura central del siglo XVI en la Nueva España, encarnó un modelo singular de gobernanza, justicia y evangelización, inspirado profundamente por el humanismo cristiano y las ideas utópicas de Tomás Moro. Desde su llegada como oidor de la Segunda Audiencia hasta su desempeño como primer obispo de Michoacán, su enfoque, plasmado en obras como Información en Derecho y la Summa, defendió la libertad y propuso una evangelización sin violencia, afirmando que la fe, la justicia y la razón podían ser instrumentos reales de transformación.
Quiroga articuló un proyecto social y espiritual sin precedentes: los pueblos-hospital. Estas comunidades no solo brindaban atención a los más vulnerables, sino que se estructuraban sobre la base del bien común, la dignidad humana y el trabajo solidario. Su visión integraba educación, salud, organización participativa y vida espiritual, con un enfoque respetuoso hacia las culturas indígenas, promoviendo la autonomía y los derechos naturales de sus habitantes. Su modelo de “mixta policía” —una síntesis de lo espiritual y lo temporal— trascendió el asistencialismo y fomentó comunidades autosuficientes, cuyo legado perdura como ejemplo de subsidiariedad aplicada y de una utopía convertida en realidad. A casi cinco siglos, su figura sigue siendo faro de justicia, fe y organización comunitaria
Hoy, su legado interpela nuestro presente. En un mundo marcado por nuevas formas de exclusión, desesperanza y fragmentación social, Quiroga nos recuerda que es posible construir comunidades corresponsables. El problema social es de todos, aunque nos afecte de manera distinta. A veces es necesario reorganizarse y crecer interiormente, pero siempre hay que afrontar las dificultades con optimismo. Eso significa confiar en que siempre hay algo que podemos aportar a la realidad, sin olvidar buscar una forma de vida que valga la pena ser vivida. Su vida no es un capítulo cerrado, sino una llamada activa a mirar con compasión, actuar con justicia y organizarnos con sabiduría para construir una sociedad más humana.