Señales del alba
Reseña.
Señales del alba de Eurídice Román de Dios.
El alba, la lluvia, la familia, las expresiones corporales, las flores, los miedos, las angustias, y la habitación idílica para el amor, dónde guanábanas, flores, y alimentos, son un abrazo prolongado para sobrevivir a una ciudad, y a un mundo hostil. Afortunadamente la condición humana es un permanente claro oscuro, que de pronto se deshumaniza y permite el caos del que hay que refugiarse. Siempre y hasta hoy ha sido capaz de crear y construir espacios de risa y gozo que a través de la escritura se permite entender, embellecer y reflexionar. La poesía es el universo donde todo es posible y no requiere de juicios, puede manifestarse y respirar, inhalar y exhalar para una meditación que le brinda nuevas miradas a nuevas formas. La presencia mítica, también la de las y los ancestros como guías energéticas que marcan las rutas esenciales, son también parte del canto poético que Señales del Alba contiene en este libro; transitar por los días y las estaciones del año, de las necesidades femeninas donde lo masculino se requiere como una amorosa forma de completitud, lejos de rivalidades y violencia que han prevalecido por siglos.
El remanso que significa el alba, la barca en la que se convierte, y el balcón de la habitación idílica, son parte de los escenarios en los que la palabra prístina se expresa para resurgir, morir y elevarse para lograr una unidad poética en este volumen de versos palpitantes que reverberan en los rincones y recovecos de la ciudad de México que también se hace universo cósmico.