En la nube rota
La colonia Satélite, la Abuela, el comandante Axila Wonder y la Pintarrajeada.
Cuando era niño amaba observar las nubes, buscarles formas, patrones, hacer con ellas historias breves. Para mi era un espectáculo majestuoso, el cielo se volvía la pantalla de cine más sofisticad que pudiese haber, pero aquello era algo a lo que mis amigos no le dedicaban tanto tiempo como yo, se aburrían rápido.
La portada de este libro es lo que vi en una nube. Ellos son mis padres, la bruja se los lleva. No existe ninguna historia indigna de contar, porque hasta más breve, sorda, muda e imprecisa, es una experiencia totalitaria de la vida.
La colonia satélite es un lugar donde viví anécdotas comunes, divertidas e increíbles en mi niñez. Me resulta una experiencia enriquecedora llevar mis historias a la prosa, es un ejercicio catártico. Hay momentos en donde debo conectar por completo con mi niño en estado de gracia. Sin embargo, el niño también se acaba, es víctima del inexorable tiempo, pero el adulto sigue escribiendo, continúa buscando experiencias desde su entorno.
¿Quién soy?... "Nadie". Pequeñas historias, algún guiño, una nube rota.