La sombra de mi padre
Antiguo y sin embargo siempre ineludible y renovado tópico el del padre, un lugar al que se vuelve incesantemente como al vestíbulo de la memoria y el manantial del ser. ¿Condena o necesidad, fatalidad o deseo? Gabriel Bernal Granados se aventura a dirimir esa disyuntiva, recuperando entrañables secuencias de una vida común, retazos de una saga familiar, que germinan y resplandecen, a manera de sortilegio, contra la penumbra de la muerte, nuestra eterna compañía. Entre la idealización del recuerdo y el mito racional, consciente, de una evocación que viaja de la infancia a la madurez, el autor se aboca a desatar el nudo gordiano del misterio identitario, recurriendo a un lenguaje barroco de efusiva gestualidad y a un repertorio formal, pródigo y minimalista, no por ello menos sugerente que las pinceladas de la epopeya íntima dosificada en cada poema. Cinco variados y singulares movimientos, pues, para una sinfonía lírica urdida con maestría por la cadencia, el relato, la emoción.