Deriva del movimiento mexicano del 68
Desde esta perspectiva, se aborda el tema del 68. Este movimiento representa, como otros momentos cruciales, una ruptura: un parto del que emerge la conciencia social como espíritu de rebeldía. El Movimiento del 68 encarna precisamente ese espíritu (M68ER). A partir de él, y en las décadas siguientes, surge una etapa de elaboración de proyectos y creación de alternativas. Se trata de una maduración de la conciencia: del espíritu rebelde se pasa a una manifestación superior, orientada a la transformación social. En ese contexto, el lema de la UNAM, «Por mi raza hablará el espíritu», adquiere una resonancia singular. En esta institución —como en otras pocas— se cultiva el conocimiento y el arte, pero también la rebeldía encarnada en una praxis universitaria liberadora. Se convoca a revisar los acontecimientos para comprender cómo ocurrieron.
Este escrito se organiza en tres partes. La primera ex-pone algunos antecedentes contextuales: las condiciones y circunstancias que explican por qué estalló el Movimiento del 68 y por qué fue reprimido. La segunda presenta una versión resumida del movimiento mismo. Existen numerosas fuentes sobre el tema, con enfoques diversos; sin embargo, la mayoría se limita al llamado «ME68», centrado en el periodo comprendido entre el 26 de julio y el 2 de octubre; pocas veces se alude a los antecedentes o a las consecuencias. Algunos textos insinúan, sin profundizar, que el M68 fue detonante de los movimientos sociales de los años setenta y de las décadas posteriores, pero la mayoría omite esa relación o le dedica escasa atención.