 
                            El cura, los indios y el poder
El papel del clero secular en la congregación de los pueblos de indios del norte del valle de Toluca (siglos XVI y XVII)
La evangelización que acompañó a la conquista no sólo fue una labor doctrinaria; antes bien, exigió aglutinar a unos pobladores que a menudo vivían en zonas de difícil acceso y muy alejadas entre sí. Al congregarlos, se trataba de facilitar la imposición de la nueva fe, las nuevas formas de convivencia, la producción de riqueza y el pago del tributo. Para ello, el clero y los funcionarios de la Corona establecieron vínculos con los conquistados en un largo proceso en el cual –a su vez– los linajes locales y su organización social, política y económica jugaron un papel central que dio lugar a diversos perfiles socioétnicos, culturales y económicos en el vasto territorio de la Nueva España. Así, por vez primera, El cura, los indios y el poder… estudia a fondo el papel del clero secular y los linajes mazahuas, otomíes y otopames en la creación del complejo perfil del poblado de Atlacomulco, Estado de México –incluidos sus claroscuros–, mediante una copiosa documentación histórica proveniente del Archivo Municipal de Ixtlahuaca, el Archivo de Notarías de Toluca y el Archivo General de la Nación. Muchas preguntas sobre ese poblado tendrán aquí un sólido sustento para su respuesta.