Mal de rio
Príamo Zepeda, junto con otros lugareños (hombres y mujeres), se opone a la construcción de una presa de grandes alcances en el río Usumacinta, que, si bien traerá energía y trabajos, es un ecocidio. El despacho de abogados para el que trabaja Marcia Corona, en CDMX, una abogada cuarentona, soltera y ambiciosa. Aunque es la mejor litigando en el despacho, los créditos de todo se los suele llevar Molina Junior, el hijo del dueño del despacho. Ella ha ganado juicios pesados, entre ellos el de poder construir la presa en el Usumacinta, en Villa Hermosa. Cuando gana el juicio y justo cuando se va a convertir en socia del despacho, le ponen un cuatro y la despiden. Marcia no puede con la frustración, a pesar de no carecer nada, y se embarca a un viaje en el que se enfrentará a la oscuridad y a los peligros de la selva, a los rápidos del río y, sobre todo, un viaje donde conocerá a Príamo y a los defensores del río, quienes transformarán radicalmente su forma de concebir el mundo.