El hambre de los vencejos
Desde la cárcel, el protagonista de esta novela relata (afectado por una extraña hipersensibilidad auditiva), relata por prescripción de su psiquiatra, la historia de sus crímenes. Pero su confesión escrita va más allá del simple recuento de los hechos: es un testimonio de una mente que percibe el mundo de un modo distinto, donde los sonidos cobran un significado visceral. A medida que el relato avanza, se desgrana no solo la crudeza de sus actos, sino también el presente de un preso y la historia de una vida marcada por el sufrimiento, la soledad y una percepción única de la realidad. Entre sus recuerdos emergen otras mil historias, voces que lo acompañan y silencios deseados que, finalmente, parecen alcanzarlo.