Ayer un cencale
Obra de teatro biodramática publicada en formato de libro de arte. Para Alma, la infancia está construida de olores. En su casa se hacen tortillas. El olor del maíz la lleva siempre a Soltepec, municipio de Puebla, lugar donde estaba el cencale, aquel escondite desde el que miraba las estrellas. En su pueblo sólo había oscuridad y ella anhelaba que pronto llegara la luz eléctrica.
Años más tarde, ella, Alma Delia, fue la luz misma. Un 22 de febrero de 2005, se electrocutó. Sufrió una descarga casi sobrenatural. Así como sobrenatural es que pueda contar su historia, que esté viva. En una nota que se publicó el día después de su accidente, aparece Alma semidesnuda y calcinada al lado de cuerpo de su vecina. El título: Mujeres se electrocutan intentando robarse la luz. Alma se convirtió en una nota roja, fue expuesta y violada a través de la imagen periodística y, por lo tanto, este testimonial escénico es su derecho de réplica.