Reseña

En este fascinante libro, el historiador Miguel León-Portilla, un estudioso como pocos de la antigua cultura náhuatl, sumerge al lector en los orígenes mítico-religiosos de una de las ciudades más importantes del mundo. Libros de pinturas y de signos jeroglíficos, testimonios en náhuatl, en castellano y otras lenguas describen la grandeza de México-Tenochtitlan y afirman su existencia en tiempo y espacio sagrados. Quienes se acerquen a este libro podrán enterarse de una forma muy distinta de existir en lo que hoy es la imponente Ciudad de México, una ciudad en origen pensada por los dioses y destinada a ser la soberana del Anáhuac, con el Templo Mayor, morada de Hutzilopochtli, como axis mundi. Una ciudad donde “el águila grazna” y el “ocelote ruge”, “donde hay blancas cañas y se extiende el agua de jade”.
El magistral ensayo de León-Portilla se complementa con un apartado de testimonios escritos y con diversas imágenes de códices y piezas arqueológicas que dan cuenta de la grandeza de nuestra ciudad, a setecientos años de su fundación.