Las fuentes de la normatividad
Los conceptos éticos son, o pretenden ser, normativos, Nos hacen exigencias: ordenan, obligan, recomiendan o guían; al menos, cuando los invocamos, nos exigimos ciertas cosas los unos a los otros. ¿Pero de dónde proviene la autoridad de esos conceptos sobre nosotros, o la autoridad de unas personas sobre otras? En este libro, Christine M. Korsgaard identifica cuatro concepciones de la fuente de la normatividad defendidas por algunos filósofos morales modernos: el voluntarismo, el realismo, el asentimiento reflexivo y la apelación a la autonomía. Esta obra explora la historia de estas explicaciones y muestra cómo cada una fue formulada en respuesta a la anterior, además de comparar sus primeras versiones con las que se conocen en el ámbito filosófico contemporáneo