Reseña

Obra como la del profesor Orozco Solano constituye un valioso aporte, pues nos alertan que en todo Estado social y democrático de derecho tiene que existe un proceso accesible, sumario y célere que permita restituir a las personas en el disfrute de los derechos fundamentales conculcados. Por otra parte, no se puede perder de vista que los derechos de petición, de acceso a la información, la libertad de expresión y el derecho de rectificación y respuesta -este último venido a menos a causa del auge de las redes sociales-, son presupuestos esenciales para la existencia de una sociedad pluralista y de un Estado llamado a rendir cuentas frente a los habitantes de la república, de ahí la importancia de tener claro su alcance -su contenido esencial-, a pesar de tendencias, tanto de derecha como de izquierda, que día a día pretender imponer un pensamiento único y frecuentemente recurren al derecho penal para perseguir y sancionar a quienes disienten de esa forma del ver el mundo; en una sociedad democrática no es aceptable el “delito de opinión”.
La obra "La protección de los particulares frente a los silencios de la Administración", se erige como un análisis con singular profundidad y exhaustividad de una problemática que, lamentablemente, ha sido relegada a un segundo plano en muchos sistemas jurídicos contemporáneos: la relación entre la Administración pública y los ciudadanos. Este estudio no solo subraya la ineficiencia administrativa, sino que va más allá al abordar una de las formas más sutiles y peligrosas de abuso de poder: el silencio administrativo.
El "silencio" de un servidor público, a menudo percibido como una simple omisión administrativa, trasciende como algo mucho más grave. No se trata únicamente de una falta de respuesta, sino de una omisión deliberada que refleja una falta de compromiso con las responsabilidades asignadas y remuneradas en el marco de su función pública. Este comportamiento no es meramente irresponsable, sino que puede considerarse una forma sutil pero profunda y efectiva de corrupción silenciosa.