Reseña

En una casa donde reina un silencio asfixiante, Héctor, un niño a punto de entrar a la adolescencia, sobrevive cada día bajo la sombra de su madre Martina: una mujer abusiva, impredecible y emocionalmente inestable que castiga a sus hijos con su desdén y una violencia encubierta de autoridad. El padre, Octavio, es apenas un espectro, presente pero inerte, incapaz de romper el ciclo de abuso; por lo que Héctor dedica gran parte del día a proteger a su hermano menor, Nicolás, tratando de amortiguar el impacto de esa figura materna monstruosa que devora la paz del hogar… Pero en las calles, Héctor halla un respiro. Conoce a Manu y Viri, dos chicos marcados también por la violencia y el abandono. En ellos reconoce su reflejo: niños que aprenden a sobrevivir antes que a crecer, y juntos crean un santuario en un edificio abandonado, donde los secretos duelen menos y el miedo se comparte. Sin embargo, incluso los refugios se quiebran, pues una noche Héctor es víctima de un intento de abuso por parte de un desconocido. La violencia irrumpe de nuevo, esta vez en su cuerpo…