Reseña

Con el término Inquisición se designa al conjunto de tribunales eclesiásticos que por expresa delegación papal tenía jurisdicción para juzgar el delito de herejía. La Inquisición fue una institución controvertida, de hecho lo sigue siendo todavía; existiendo desde su creación quienes la han justificado y otros tantos que la reprueban. Debemos tener en cuenta la estrecha vinculación que a lo largo de la Edad Media existió entre los poderes civil y eclesiástico, donde la política y la religión no estuvieron debidamente delimitadas.
En una época en la que el mundo occidental se sentía y confesaba cristiano y la unidad de la fe constituía el elemento integrador de la sociedad civil, se forjó la mentalidad de que la herejía, al ser un grave atentado contra la fe, era también un grave atentado de lesa majestad. De esta manera, la herejía pasó a considerarse un delito comparable al de quien atentaba contra la vida del rey, y por consiguiente, debía ser castigado con la muerte.
Los historiadores se han ocupado del estudio de la Inquisición de modo científico, apartándose de prejuicios ideológicos. No obstante, se mantiene una percepción negativa generalizada acerca de la
Inquisición, y es común encontrarla asociada a aspectos como: torturas, persecuciones implacables, juicios oscuros, leyendas macabras y numerosas víctimas condenadas a morir en la hoguera. Sin embargo, la confusión sobre el verdadero papel de la Inquisición disminuye al conocer su historia y las circunstancias que determinaron su existencia. En este libro conoceremos cómo surgió, cómo logró extenderse (llegando incluso hasta el recién descubierto continente americano) y alcanzar un gran poderío, y finalmente cómo llegó a su fin; aunque la Inquisición no desapareció del todo, ya que algunas de sus funciones siguen vigentes hoy en día.