Reseña

A lo largo de su vasta obra de investigación, que es ya un referente fundamental en el mundo académico, Jaime Cuadriello ha podido seguir la pista a esas corrientes a lo largo de su flujo milenario, y nos invita hoy a explorarlas en compañía de un protagonista muy cercano a nosotros en el tiempo, un hombre cuya sensibilidad cultural era, hasta hace poco, predominante en sectores muy amplios de nuestras poblaciones: el artista jesuita Gonzalo Carrasco.

Su obra pictórica y su vida se convierten en punto de llegada de impulsos que han trascendido las épocas; son la parte visible de un iceberg formado de una inmensa mole de esfuerzos compartidos con los que nuestra sociedad ha intentado ir haciendo frente a sus experiencias extremas de sufrimiento y de esperanza, y donde son perceptibles algunos de los vectores más difíciles de manejar para los análisis históricos: las emociones, las pasiones.