Reseña

A grito abierto, el libro que tenemos en la mano, arranca con una frase que no puede ser más contundente: “Desde hace siglos ha persistido la idea de que la guerra ha sido un asunto meramente masculino”, y es que, la participación de diversos actores en la guerra, en tanto objeto de estudio histórico, ha sido abordada desde una visión reduccionista. Ha sido hasta tiempos recientes que las nuevas generaciones de investigadoras e investigadores han hecho énfasis en la participación de agentes antes menospreciados, o colocados en sitios secundarios frente a la hegemonía masculina de las armas y la guerra como medio de resolución de conflictos. Fue ese el lugar en el que fueron colocadas, durante mucho tiempo, las mujeres. Es en la historiografía reciente que se revela una visión más afinada, más allá de visiones románticas o romantizadas de los grandes personajes femeninos de la historia nacional, considerando todo aquello alrededor de un conflicto bélico en el que la mujer, de otra forma anónima, ha tenido un rol preponderante que hasta hoy ha sido invisibilizado.