Reseña

A casi 500 años de distancia Nuestra Señora de Guadalupe sigue suscitando multitud de incógnitas: ¿Se trata de un fenómeno sobrenatural o es resultado de una hábil estrategia evangelizadora? ¿Se formó milagrosamente, como indica la tradición, o fue pintada por el indio Marcos Aquino? ¿Ha sufrido alguna modificación a lo largo de estos siglos, o permanece intacto el manto? ¿Tuvo originalmente una corona o no?, y si la tuvo, ¿se borró ella sola o fue mandada borrar? ¿El nombre “Guadalupe” es original, o se trata de la castellanización de otro nombre náhuatl?
La polémica entorno a la Virgen de Guadalupe ha durado casi medio milenio. A lo largo de este extenso periodo de tiempo han alimentado el debate los autores “aparicionistas”, que creen en el carácter sobrenatural de la Imagen; y los “antiaparicionistas”, los cuales no aceptan su carácter sobrenatural. Entre estos últimos destacan, extrañamente, bastantes hombres de fe, católicos practicantes, y religiosos prominentes, como Fray Bernardino de Sahagún, Fray Francisco de Bustamante, superior de los franciscanos o Guillermo Schulenburg, último abad de la Basílica.
Con estos antecedentes, el libro del P. Mario S. Arroyo Martínez intenta ofrecer a un tiempo, un status quaestonis de la polémica, así como una respuesta a las múltiples interrogantes que giran entorno al Acontecimiento Guadalupano. Para conseguir su objetivo realiza un estudio interdisciplinar: histórico, antropológico-cultural y científico. El resultado de tal análisis pretende ofrecer suficientes luces y argumentos a todos aquellos que creen en el carácter sobrenatural de la sagrada Imagen, al tiempo que señala con agudeza cuáles son los puntos fuertes de los autores antiaparicionistas, y por qué puede ser legítimo disentir de su opinión.