Dormir el trópico
Dormir un trópico repleto de monos, clorofila y muñecas espectrales. Seguir el rastro de la humedad, la memoria y todo aquello que a veces se traga la selva. Éste es un poemario — talismán que invoca la voz de mi abuela materna con cada palabra. Abuela niña, amazona, domadora de serpientes y lagartos. Un poemario, juego, ofrenda, para ir y venir por esas ciudades grises en las que, a veces, es difícil soñar con lianas.