Reseña

Las concepciones sobre el aborto que tenemos hoy en día en México tienen un pasado añejo. Al estudiarlas a lo largo del tiempo es posible dar cuenta de una diversidad de inquietudes existentes en diferentes épocas sobre problemáticas sociales más amplias vinculadas a la interrupción de embarazos en relación con la justicia, la moral o las relaciones entre hombres y mujeres, incluso con opiniones diversas o temores con respecto a algo en específico como la sexualidad, el amor, la maternidad o la familia.
Las leyes que operaron durante la Nueva España sancionaban el aborto de manera muy severa, pues se le asumía como una falta muy grave que intervenía en la creación divina de la vida y, en consecuencia, atentaba contra el orden social que se asumía diseñado por Dios. A partir del último tercio del siglo XIX y a lo largo del siglo XX, penalmente el aborto se castigaba con penas reducidas, sobre todo cuando las mujeres buscaban terminar con una gestación ilegítima. En contraparte, religiosa y socialmente el repudio ante la interrupción de los embarazos fue en franco aumento, de la mano de una cada vez mayor preocupación por la vida de los seres por nacer. En tanto, los avances médicos y farmacológicos posibilitaban la ejecución de intervenciones corporales para abortar menos peligrosas. Para 1970, el aborto se había convertido en un grave problema de salud pública que, para algunos grupos sociales y políticos, encontraba en su despenalización un camino hacia la búsqueda de soluciones conforme a concepciones de derechos a la salud y a la maternidad voluntaria. Ello propició una fuerte polémica que exigía prontas resoluciones políticas y jurídicas. Con el cierre del siglo y cambio al XXI, el tema se puso en la agenda de los derechos humanos y el de las mujeres a decidir sobre su cuerpo.
El interés principal del presente libro es hacer una revisión histórica de larga duración de visiones legales, religiosas y sociales sobre el aborto, las cuales, en conjunto han nutrido las nociones que tenemos en el presente.