Reseña

La Secretaría de Educación Pública (2022) sugiere cuatro metodologías didácticas para que el maestro las utilice en el marco de la Nueva Escuela Mexicana: Aprendizaje basado en proyectos comunitarios; Aprendizaje basado en indagación; Aprendizaje Basado en Problemas; y Aprendizaje-Servicio.

Una búsqueda en Google Académico realizada exclusivamente en idioma español durante el mes de diciembre del año 2024 (Tabla 1) dejó en claro el carácter incipiente, a nivel teórico y de respaldo empírico, de dos de estas metodologías: Aprendizaje basado en proyectos comunitarios y Aprendizaje basado en indagación.

Esta insuficiencia hace que la intencionalidad del presente libro, que es la de realizar un ejercicio de concreción didáctico-metodológica, se visualice como un camino sinuoso y poco atractivo en el caso de ambas metodologías. De hecho se considera más urgente su discusión y análisis teórico-didáctico.

De las otras dos metodologías es el Aprendizaje Basado en Problemas el que destaca por su desarrollo teórico y respaldo empírico. En ese sentido es que se eligió a la metodología Aprendizaje-Servicio para realizar este ejercicio de concreción didáctico-metodológica; no obstante que esta metodología cuenta con suficiente respaldo empírico, sus etapas y momentos son establecidos de manera general (Tapia et al., 2013) por lo que se abre la posibilidad de realizar un ejercicio de concreción didáctico-metodológica.

Las etapas propuestas por la Secretaría de Educación Pública (2022) para esta metodología son las siguientes: Etapa 1. Punto de partida; Etapa 2. Lo que sé y lo que quiero saber; Etapa 3. Organicemos las actividades; Etapa 4. Creatividad en marcha; y Etapa 5. Compartimos y evaluamos lo aprendido. De manera complementaria se ofrecen algunas recomendaciones para trabajar cada etapa, pero éstas siguen manteniendo un alto nivel de generalidad y no se concretan en actividades específicas de trabajo.

Una vez definida las etapas que se tomarían en cuenta la siguiente tarea fue desarrollar un conjunto de actividades para cada etapa. Para esto me auxilié de técnicas bastantes conocidas como lluvia de ideas, grupo nominal, análisis de tareas, etc. Sobra decir que para esto me apoyé en los trabajos que previamente he realizado sobre la innovación educativa y la metodología de la investigación acción.

Ahora bien la integración de las actividades fueron pensadas en función de la etapa y lo que se perseguía en cada una de ellas, pero sobre todo se tuvo siempre presente en el horizonte respetar las tres grandes características distintivas de las experiencias de aprendizaje-servicio (Tapia, 2010):


a) Protagonismo activo: la actividad está protagonizada activamente por los alumnos quienes son acompañados por los maestros.

b) Servicio solidario: el trabajo de intervención debe estar orientado a atender necesidades reales y sentidas de una comunidad.

c) Aprendizajes intencionadamente planificados en articulación con la actividad solidaria: las actividades del proyecto deben estar articuladas explícitamente con el aprendizaje de contenidos curriculares.

Finalmente se pudo establecer una ruta metodológica para trabajar cada una de las etapas. En cada una se definió un procedimiento a partir de un conjunto de actividades específicas. En los casos en que se ameritaba se ofrecieron sugerencias de actuación para el maestro.

Esto es lo que constituye el contenido central del libro: un conjunto de actividades organizadas de manera procedimental para trabajar cada etapa del Aprendizaje-Servicio.