Crisantemos
Azul
Empecé a leer ciencia ficción con Ray Bradbury. En la actualidad y, pese a la adaptación de grandes obras de este género en el cine, en Latinoamérica se le desdeña por ser un “género anglosajón”. Por eso se ha dicho que en estas latitudes lo que se escribe es realismo mágico o literatura fantástica. Yo me declaro partidario de la ciencia ficción.
Circulan por aquí la influencia de infinidad de autores que me he dedicado a leer con verdadero gozo. Enumerarlos sería insuficiente, pues van desde Asimov hasta William Gibson. Para el terror me he valido de autores clásicos como Poe, Lovecraft, Ashton Smith o Algernon Blackwood, hasta otros como John Connolly, Paul Wilson o Fritz Leiber.
Dejo en manos del lector una parte de mi mente.