El mago de oz
La historia ha sido escrita para dar placer a los niños de hoy, aspira a ser un cuento de hadas modernizado, que conserva las maravillas y la alegría y prescinde de las angustias y las pesadillas. De este modo introducía en el año 1900 su obra El mago de Oz, que narraba las aventuras y peripecias de una niña y su perro, Toto, en un país maravilloso. Arrancada por un tornado de su hogar en Kansas, la pequeña Dorothy aterriza con su casa en el mundo de Oz, donde es recibida con alborozo por los munchkins, unas criaturas fantásticas, habitantes de Oz. Agradecidos porque durante su aterrizaje la casa ha aplastado a la malvada bruja del este, que los tenía atemorizados, le informan de que el único que puede llevarla de nuevo a su hogar es el Mago de Oz. Así, Dorothy comienza una travesía por todo el país en busca del mago y se encuentra por el camino con todo tipo de obstáculos y peligros a los que tiene que hacer frente. Pero no es la única que va en busca del Mago de Oz: un espantapájaros sin cerebro, un león sin coraje y un hombre de hojalata sin corazón serán sus particulares compañeros de viaje en esta mágica aventura.