Reseña

Los delitos fiscales implican incumplimientos graves de las obligaciones tributarias, como fraude, ocultación de bienes o facturación falsa, perjudicando al Estado. Legalmente, se sancionan con multas, penas de prisión y devolución de lo defraudado, con atenuantes como la regularización voluntaria. Desde la doctrina, se analizan como delitos económicos que protegen la hacienda pública, considerando el dolo y el perjuicio causado. Criminológicamente, se estudian causas como la desconfianza en la gestión pública, mientras que la jurisprudencia prioriza la reparación del daño y la proporcionalidad de las sanciones.