Relatos caseros de una vida ordinaria
En una veintena de relatos se desnuda la cotidianidad de una mujer de cuarenta años, quien se encuentra con situaciones que la confrontan con sus miedos, sus manías, sus dogmas, sus traumas, los cambios de la edad y, principalmente, con experiencias que la conducen a reevaluar lo aprendido en su vida, gracias a la suspicacia e inocencia de su hija de seis años. Aquí sería pertinente preguntar: ¿quién acompaña a quién en la aventura de vivir? ¿La madre que con sus años está más llena de prejuicios que de certezas y continúa descifrando las claves de la existencia? ¿O la pequeña que desde su cristal de ingenuidad absuelve los agravios que la vida le pone enfrente? Las historias acompañadas de sus reflexiones se narran desde el filtro del humor, pues el ironista que aprende a no tomarse en serio a sí mismo, logra su redención.