Reseña

PRÓLOGO


Lo mismo que la Administración pública como el Derecho administrativo tiene como escenario formal y material de sus actividades al Estado, de ahí que el punto de partida metodológico de ambas disciplinas científicas se da en torno a tal concepto; por ello el capítulo inicial de este libro se refiere al Estado. Realizado lo anterior, los capítulos subsecuentes giran en torno a la descripción y características del Estado mexicano.


Con excepción del efímero imperio iturbidista y de las dos décadas de vigencia de la Constitución centralista de 1836, El Estado mexicano está estructurado bajo la forma federal, la cual mantiene en la actualidad, circunstancia que da lugar a un sistema político complejo, integrado por treinta y un Estados “libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior”, y por la Cd. De México, unos y otro, al igual que el Estado mexicano, tienen su propio y peculiar derecho administrativo; en suma: treinta y tres versiones normativas de la misma rama jurídica, similares en múltiples aspectos por seguir el modelo establecido en el derecho administrativo general.


En los Estados Unidos Mexicanos, conocidos internacionalmente con la denominación de México, es un Estado Federal. Junto con argentina, Brasil y Venezuela son los cuatro países que, en el continente de la América Latina, su estructura jurídica responde a la de un gobierno federal. Los países restantes, en el Continente citado, son unitarios o centralistas.

La gran decisión política, de ser o de constituirse en un Estado Federal, tiene razones históricas sui generis que- salvo prueba histórica en contrario- no se dieron o no e han dado en otros países de habla hispana. En esta línea de afirmación anotamos de inmediato que la vecindad con los Estados Unidos de América y su obsesión expansionista, nos costó la pérdida de más de la mitad de nuestro territorio (casi dos millones de kilómetros cuadrados) en la invasión norteamericana de 1846. Este acontecimiento, fue profetizado por dos d ellos constituyentes de la primera

Constitución mexicana de 1824. Tal profecía, usada como argumento para establecer la forma de gobierno federal- aun- que justo es mencionar que también es Esgrima a favor de un gobierno centralista- estuvo presente- y sigue estando- en el ánimo de los defensores del Estado federal y su forma de gobierno.

En efecto, la vecindad con los Estados Unidos de América constituye uno de los argumentos- tal vez el más fuerte de todos- para que nuestro país sea un Estado federal. Expliquémonos.

Los constituyentes de 1824 comprendieron que, si nuestro territorio fuese gubernado bajo un sistema centralista, es decir, bajo un único mando directo, unipersonal, entonces sería más fácil- como le fue en 1835 y en 1848- convencer a tal voluntad soberana para reali9zar su gobierno con objetivos puestos e impuestos por otra voluntad u otras voluntades; en tanto, al constituirse un sistema de gobierno federal, entonces, estaríamos ante la presencia de dos soberanías funcionales, teóricas, abstractas- una de la Federación y otra d ellos estados componentes del Estado Federal-, aunque integrados en una sola voluntad, esto es la del pueblo, pero en dos formas funcionales de gobierno, lo que es un obstáculo para doblegar dicha voluntad.

Mencionamos el concepto político anterior - Estado federal - porque esta circunstancia impacta de manera trascendente en el Derecho administrativo mexicano, pues cada entidad federativa organiza su forma de gobierno para resolver las distintas necesidades de su población. Afirmado lo anterior, se observará que en este Libro se orientan los conceptos fundamentales del Derecho administrativo hacia la Administración pública del Estado de Nuevo León y sus Municipios, con las características reglamentarias que lo acompañan en la ejecución de su propósito general.