Mi mascota es una bacteria
León, Paloma y la pequeña Pingüina son una familia que vive en un lugar tan diminuto, que le llaman el huevito. La niña, que es a quien de cariño llamaban La Pingüina, quería con todas sus fuerzas una mascota. Primero pidió un elefante, luego un hipopótamo, un oso, un cocodrilo y hasta un rinoceronte, la respuesta era siempre: no. Entonces pasó a los animales más pequeños, un avestruz, un perro, un gato, un hámster, que tampoco fueron aceptados, pues el departamento, era de verdad muy pequeño. Si en realidad quería una mascota, tendría que ser lo suficientemente pequeña para caber en su casa. De repente, Pingüina enfermó, y se enteró de la existencia de las bacterias, ¡había encontrado su mascota ideal!