El lenguaje del Cuerpo en el matrimonio
Una aproximación desde la Teología del cuerpo a la realidad del signo sacramental del matrimonio
Este libro es una reflexión sobre el lenguaje del cuerpo como signo sacramental del matrimonio. Es una reflexión que tiene como base la Teología del cuerpo. Ese lenguaje del cuerpo, no se refiere sólo al aspecto psicosomático, sobre todo, se refiere al lenguaje teológico, el lenguaje de un amor encarnado que, entra en comunión a través del cuerpo del varón y de la mujer. Ese lenguaje contiene y ha de transmitir una verdad divina: la comunión en el Amor. Ese lenguaje sólo se puede leer adecuadamente en la verdad del amor y en el amor a la verdad. Para ello es necesario adentrarnos poco a poco para poder comprender mejor ese lenguaje del cuerpo en el matrimonio. Aquí lo haremos de una manera teórica como preparación a la contemplación y experiencia vital de ese lenguaje que es existencial, cotidiano y, por lo mismo, divino y humano.
Muchas veces, los esposos, al desconocer la belleza del lenguaje del cuerpo en el matrimonio, terminan por ideologizar, materializar y relativizar la grandeza de la vocación a la que han sido llamados. Esto ha tenido consecuencias graves como las rupturas familiares; las profundas depresiones que pueden conducir a la pérdida del sentido de las relaciones y de la vida misma, etc. Propongo adentrarnos al tema siguiendo tres pasos, que son los tres capítulos de este libro: el lenguaje del cuerpo originario; el lenguaje del cuerpo como sacramento de la Nueva ley y, por último, el lenguaje del cuerpo y la santidad conyugal. Es cierto que la santidad conyugal no es una entelequia o una idealización romántica, sino una llamada real que pasa por toda la vida de los esposos; los sufrimientos, los gozos, los éxitos, las enfermedades, la ternura de la intimidad sexual, la paternidad responsable, la infertilidad, la juventud, la madurez, la vejez y también la muerte. Esa santidad es la Cruz que está en el corazón de la Nueva y Eterna Alianza. Es la entrega total y real en el amor; es dejarse abrazar por Cristo y abrazarlo a Él en el otro, con el otro y por el otro.
A los esposos que se acerquen a esta obra, se recomienda que busquen, ante todo, la ayuda del Espíritu Santo, no sólo para comprender “teológicamente” su lenguaje corporal, sino para que, siendo humildes y sencillos, se propongan, si es necesario, recomenzar su vida matrimonial, apoyados en la gracia de Dios, respondiendo desde su historia, desde sus heridas, desde sus anhelos a una llamada eterna que es la de la santidad.