El estado del poder y el costo humano: Guerra interna, asimétrica y distópica en México
De la simple revisión de la prensa diaria podemos detectar sin necesidad de tener herramientas teóricas predeterminadas un cruce endemoniado de variables sociales, económicas y políticas asociadas a la violencia que atraviesan de norte a sur la realidad mexicana de estas primeras décadas del siglo XXI. Con el propósito de analizar esos vectores y poner en evidencia las principales tendencias y fenómenos que marcan el acontecer de la vida nacional, se decidió durante el desarrollo del Proyecto PAPIIT “En las manos de Tezcatlipoca: descomposición social y disfuncionalidad del Estado. Violencia, conflictividad y resistencia sociales en México”, efectuar estudios particulares sobre aspectos sustantivos de la violencia y la guerra en el país. El Proyecto dio lugar a dos libros, el primero, “Las máscaras de la violencia en México: una revisión exploratoria”, más centrado en el debate sobre la violencia y sus diversas manifestaciones, y este segundo libro que el lector tiene en sus manos, “El Estado del poder y el costo humano: Guerra interna, asimétrica y distópica en México”.
En este libro presentamos un conjunto de investigaciones que abarcan diversos ámbitos de análisis en relación con el papel del Estado en la producción y respuestas ante la violencia y los costos humanos que ello genera, desde la violencia física explícita hasta la violencia electoral, ambiental y comunitaria. Se recuperan diversas dimensiones institucionales, así como el cuerpo doctrinario que sostiene las estrategias de seguridad y la relación entre los actores legales e ilegales del proceso. En este sentido se reflexiona desde una lectura multi-disciplinaria sobre el costo humano del conflicto cada vez menos larvado y más desgarrador para el cuerpo social mexicano. Presentamos un análisis de los impactos que van más allá de la violencia armada explícita, que no siempre son visibilizados en los análisis de la academia y de medios de comunicación, y que se presentan en una escala y una complejidad de manifestaciones institucionales que parecen propias de una estrategia de guerra asimétrica, orientada al control social interno, y a menudo, de una distopia hecha realidad.