Reseña

"Ahora que las personas de todo el mundo han hecho cambios radicales debido a la pandemia global y se han adaptado al trabajo remoto y al distanciamiento social, las formas en que solíamos conectarnos con los demás pueden parecer distantes o incluso obsoletas. Anhelamos una conexión real, interacciones profundas y significativas que se basen en lo que tenemos en común en lugar de lo que podemos obtener unos de otros. Las conexiones significativas pueden ocurrir en cualquier lugar, y pueden ir desde lo simple a lo profundo. Le dan sabor a la vida. Pueden alegrarnos el día y hacernos sonreír. ¿Y quién no quiere sonreír?
Pero esto no significa que conectar con los demás sea fácil, ni que no hay desafíos para conectar con personas diferentes. Por supuesto que no. Es normal tener conflictos con las personas que piensan de forma distinta a nosotros. Y, de hecho, son estas situaciones en las que la conexión es más importante. La conexión verdadera puede crear puntos en común a partir de las diferencias. Y una vez que eso sucede, el conflicto disminuye. Puede que no estemos de acuerdo con la otra persona, pero podemos adentrarnos en su mundo por un rato y comprender su perspectiva, y tal vez cambiar la nuestra, o al menos entender la verdadera fuente del desacuerdo. La verdad es que es más fácil cambiarnos a nosotros mismos que nuestras circunstancias. Y podemos cambiar nuestras circunstancias cambiándonos a nosotros mismos."