Simbolismo de la luz y la oscuridad en la religiosidad novohispana
Cuando se dice que una persona es “brillante”, se refiere a que es virtuosa. En cambio, si se sospecha de sus “intenciones oscuras”es porque se prevé alguna maldad. La luz y todos sus atributos suelen representar el bien, lo bello y lo divino; mientras que la oscuridad se asocia al mal, lo misterioso y lo demoniaco. Muchos rituales religiosos involucran un juego con la luz y la oscuridad en estos sentidos, por ejemplo, al encender veladoras en Día de Muertos. Este simbolismo, del que podemos trazar sus orígenes hasta la Antigüedad, fue profundizado por la cultura judeocristiana y conformó de manera muy especial la vida y la cultura de Nueva España. Muchos de sus significados siguen vigentes hasta hoy.
En Simbolismo de la luz y la oscuridad en la religiosidad novohispana se analizan testimonios de numerosas fuentes visuales y escritas de los siglos XVI al XVIII. Asociados con colores y matices, la luz y la oscuridad permeaban la religión, la ética y la estética del México bajo el dominio español, generando prejuicios y supersticiones, incluso, en torno al color de piel y el pelaje de animales. Siguiendo la pista de este binomio, este libro ofrece una mirada profunda a la historia cultural de la Nueva España: sus valores y sus temores, sus aspiraciones y repulsiones.