La destrucción de la naturaleza
La presencia de cada planta y cada animal en una comunidad natural es consecuencia de un conjunto de factores ambientales y accidentes históricos. Los primeros favorecen que los seres vivos puedan establecerse, desarrollarse y reproducirse; los segundos, que hayan tenido la oportunidad, por factores geográficos, de llegar a un lugar propicio y colonizarlo. La orografía de México y su ubicación en la zona de transición entre el trópico centroamericano y caribeño y la zona subtropical de América del Norte posibilitan la existencia de un variado mosaico de comunidades naturales. Paradójicamente, frente a esta riqueza se extiende cada vez más el empobrecimiento e incluso la desaparición de esas comunidades. En La destrucción de la naturaleza los autores exponen este fenómeno y algunas de las medidas que es posible tomar para detener el proceso de deterioro.