Con mi piel de mar
Con mi piel de mar es la superficie de una sensación profunda, construida con el oficio paciente de la escritura, con el lanzamiento de un puñado de letras que desembocan en una imagen individual y a la vez del mundo. Las dos partes que lo componen: “Cuando zarpa el horizonte” y “Los sentidos de las sombras”, dan cuenta de un estilo moldeado por los calendarios de la constancia poética. Dice Flor de María Gamboa Solís en el prólogo: “Con suma flexibilidad, Adriana colecciona palabras que se vuelven piezas sueltas para que otras y otros pesquen con ellas o se pesquen a ellas y así puedan nutrir el alimento de las historias de sus propios ríos”. La palabra, las palabras, se van tejiendo con destreza entre hilos de agua. Así corre la poesía de Adriana Aguilera, convencida y convincente de la vida, del silencio y de la música que acompañará en su vagabundeo a quien nade por estas páginas.