El Ejército Federal
De la perfidia a la ausencia (1913-1914)
“El texto presentado por Edgar Urbina Sebastián titulado: “El Ejército Federal. De la perfidia a la ausencia (1913-1914)”, constituye un estudio original y equilibrado de la historia de un ejército republicano, heredero del ejército juarista y organizado bajo la larga presidencia del general Porfirio Díaz, y de su declinación, su derrota y su disolución en la Revolución de 1910-1920.
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Dos factores contradictorios fueron conformando y trabajando la moral de ese cuerpo armado, desde la República Restaurada hasta la Revolución de 1910. Por un lado, fue el heredero de la hazaña juarista, y por otro lado tuvo la ingrata tarea de guardar el orden interno durante la prolongada presidencia de Porfirio Díaz, misión policial impropia y destructiva como pocas para la moral y la historia de un ejército nacional. Estas dos tradiciones se encarnaron durante el golpe de Estado contra Francisco I. Madero en dos figuras emblemáticas, cada una, de ambas escuelas: por un lado, el general Lauro Villar; por el otro, el general Victoriano Huerta y sus seguidores.
Así lo anota y explica el libro de Edgar Urbina Sebastián. Estos elementos entraron en contradicción violenta durante la revolución de 1910-1920. Del ejército mexicano surgieron en el bando revolucionario figuras como Felipe Ángeles, Federico Cervantes, Vito Alessio Robles y otros; y en el ejército huertista ciertos militares destacados y honestos como la gran figura del general José Refugio Velasco en la Decena Trágica y en la batalla de Torreón, o la del general Antonio G. Olea, fiel cronista federal de la batalla de Zacatecas, donde el mando federal tocó al inepto general Luis Medina Barrón.
El texto de Edgar Urbina Sebastián describe con acierto la trayectoria y la conducta del general José Refugio Velasco, quien representó la tradición republicana tanto en 1913 como en la batalla de Torreón en 1914 y en la disolución del Ejército después de Teoloyucan, del mismo modo como las trayectorias de Victoriano Huerta, Luis Medina Barrón, Aureliano Blanquet y Félix Díaz encarnaron la herencia más oscura de ese ejército como represor de rebeliones indígenas y sostén de la traición de la Decena Trágica y del golpe militar y el asesinato de Francisco I. Madero y José María Pino Suárez.
El estudio de Edgar Urbina Sebastián sobre la moral y las dos tradiciones del Ejército Federal confirma el dicho de Carlos Monsiváis: la Revolución mexicana y por ende la historia del Ejército Federal “es un proceso legible y entendible y no una cadena de aberraciones históricas”, mientras “el juego de los héroes y los villanos pertenece a una visión rudimentaria” de la historia.
Este estudio culmina en la disolución ordenada del Ejército Federal a partir de los acuerdos de Teoloyucan, tarea que estuvo a cargo de su figura más destacada, el general José Refugio Velasco, aquel a quien los militares maderistas respetaban al igual que sus antiguos colegas y pares del Ejército Federal”.