El buen mal
Estos son relatos extensos, complejos, atrapantes, en los que la creación de climas se da capa por capa y las frases y situaciones van engarzándose con perfecta destreza. Tierno, inteligente, con toques de humor y de una hondísima comprensión del mundo y el dolor de habitarlo, estas historias de corte netamente realista mutan de manera imperceptible hasta expresar la rareza que anida en el día a día de todos y todas. La pregunta por el cómo, dónde y cuándo cambió todo, nos obliga a regresar a cada texto para buscar entre las oraciones esa fisura imperceptible por la que se coló lo extraordinario sin que lo advirtiéramos. Es, sin dudas, el mejor libro que despliega su madurez, su compleja humanidad y el dominio de su artesanía narrativa.