Reseña

La investigación jurídica contribuye a enriquecer el conocimiento de las instituciones sobre las cuales desarrollamos las encomiendas que nos son propias, en el caso, la fundamental labor de procuración de justicia en favor de las víctimas y ofendidos del delito y de la sociedad en general, lo que, a la par, nos permitirá transitar a una mejor comprensión del fenómeno delictivo y la atención que conlleva, desde la óptica criminológica, político-criminal y/o dogmático-penal. Con ello se refrenda que la investigación jurídica, como actividad de los juristas, debe ocuparse de ofrecer las soluciones jurídicas más adecuadas a los problemas que plantea la vida del ser humano en sociedad, cada vez más dinámica y cambiante En ese contexto, sobre la incidencia de conductas que lesionan o ponen en peligro bienes jurídicos de la mayor relevancia —lo que nos resulta de particular interés—, la Criminología nos permite aproximarnos a conocer científicamente el origen y evolución del fenómeno criminal, en tanto que la Política criminal contribuye, a partir de los estudios criminológicos, a buscar las mejores soluciones para atender la problemática delictiva, a través del instrumento que representa el Derecho penal. Lo anterior implica una visión interdisciplinaria en el estudio del delito, donde la decisión político-criminal y la dogmática penal se nutren de las aportaciones criminológicas.