Entre santos, diablos y tenanchis
Tradiciones y religiosidad popular en San Francisco de Tacuichamona
Este texto surge del interés personal por promover los trabajos etnográficos en Sinaloa, estado que ha sido poco analizado por la antropología mexicana. Después de realizar recorridos etnográficos por las 18 sindicaturas del municipio de Culiacán, elegí a San Francisco de Tacuichamona, ubicada en el noroeste mexicano, a 47 kilómetros de la capital sinaloense, debido a ciertas características particulares. Una de ellas se resume en el hecho de que, si bien sus pobladores no conocen su origen exacto y se ignora la existencia de una lengua previa al castellano, consideran a San Francisco como un pueblo de origen prehispánico —por su asentamiento en forma circular y la presencia de petroglifos—. Esto contrasta con su clasificación, por parte del Estado mexicano, como una localidad con nula presencia indígena, pero que en 2003 fue declarada patrimonio cultural, prehispánico, urbanístico, arquitectónico y artístico del municipio de Culiacán (Decreto 13 del 18 de agosto de 2003), aunque se estima que no se le dio seguimiento.