Pecador
Ruega por nosotros pecadores
Él lleva una vida de pecado y ella está comprometida con una vida de virtud.
Sean Bell no es un buen hombre y nunca ha pretendido serlo. No cree en la bondad, ni en Dios, ni en ningún final feliz que no se pague por adelantado. Hay palabras para hombres como él: playboy, mujeriego, o quizá, casanova.
Cuando conoce a una preciosa chica universitaria en una fiesta de
recaudación de fondos, no tiene ningún problema en decirle exactamente qué cosas sucias quiere hacerle, hasta que se da cuenta de que es la hermana pequeña de su mejor amigo, Zenobia «Zenny» Iverson, que ya es toda una mujer. Y peor aún, está a punto de convertirse en monja…
Zenny, en cambio, quiere asegurarse, durante su último mes de libertad,
que elegir a Dios es el camino correcto y, para ello, le pide a Sean que
le muestre todas las tentaciones carnales que está dejando atrás.
Sean sabe que no debería aceptar, incluso un hombre como él debería
poner límites. Su dilema será enfrentarse a la moral que evade desde
hace años y a una pasión incontrolable que le hacer desearla en cuerpo
y alma… ¿Estaría mal desear que Zenny lo elija a él en lugar de a su Dios?