Llanto de rama
Llanto de rama, de la escritora tapatía Ruth Escamilla Monroy, ofrece al lector un arte fundamentado en aquella inmersión que ahonda en el eco de sonoridades y en el espectro de imágenes que viven, sueñan y sangran, dentro de nosotros. Visiones que traslucen, además, la memoria de vivencias íntimas, junto al esbozo de un modo más poético de habitar el presente y de afrontar la existencia. En este poemario, hay un movimiento simbólico que viene de lo concreto a lo abstracto —desde adentro hacia afuera—, como de abajo hacia arriba —desde una raíz hasta la semilla de un árbol que representa lo que somos nosotros—, en un tránsito que nos lleva desde la poesía en verso hasta la prosa poética y, aun, el poema visual, y que nos muestra una vía para recuperar la paz perdida por largo tiempo. Quizá como aquellos atisbos que en el ámbito de la coincidencia y el déjà vu parecieran devolvernos por momentos, más allá del nacimiento y la muerte, la imagen de un padre, un hijo, una mujer y de un paraíso recuperados.