El jugador
El jugador, originalmente llamado Ruletembeurg, es un relato nacido a la sombra de Crimen y castigo, escrito solo en veinte días en 1866 bajo el agobio de un contrato leonino.
El lector puede constatar las insuficiencias y desequilibrios de un texto realizado en estas circunstancias, pero El jugador es una obra menor que se convierte en mayor cuando advertimos la nitidez con que se desarrolla en ella aquella tarea para la que Dostoievski estaba más dotado: La anatomía de una pasión. Todas sus novelas son, como sabemos, espacios asfixiantes donde se entrecruzan las pasiones humanas en con- juntos poderosos pero, asimismo, caóticos. El jugador, por el contrario, enfrenta a los lectores con una única pasión, la del juego, que emerge como matriz de todas las demás. La atracción de muchos escritores moder- nos por el juego está bien atestiguada y en la propia literatura rusa encontramos ejemplos relevantes.