Memoria viva de Fernando Curiel
Memoria viva de Fernando Curiel no es un homenaje, en el estricto sentido, pues él hubiera sido el primero en rechazar tal idea, burlarse de ella con la fina y mordaz ironía que lo caracterizaba. En vez de ello, este libro reúne diversos testimonios cuya certeza común es la de una herencia viva. A todos, lectores, amigos, alumnos y colegas, les hace falta sus “Buen amigo” o sus “Hola, cuate”, dichos por la voz que nunca perdió frescura ni juventud. Aquí también sale a la luz un personaje que siempre ofreció un amor heterodoxo pero auténtico por la Universidad, a la que sirvió con espíritu crítico como académico ejemplar, editor, funcionario y autoridad de nuestra institución.