Los espacios de la infancia durante la conformación del Estado de México
¿Qué se entiende por infancia? ¿Cómo ha ido cambiando su significado a lo largo del
tiempo? ¿Qué características y condiciones han sido propias de la niñez? ¿Qué
espacios sociales se han creado para los niños y las niñas? ¿Cuáles son las
actividades en las que las infancias se han involucrado? ¿Cómo y de qué manera se
han relacionado con los adultos? ¿Cuáles han sido sus relaciones con otros grupos
de la sociedad? ¿Quiénes y de qué formas han construido los conceptos de infancia?
Durante el periodo novohispano, se esperaba que los niños y las niñas
mantuvieran conductas apegadas al recato, las “buenas costumbres” y la
educación religiosa y familiar, lo que representaba que se comportaran como
adultos; es decir, que no existía una marcada diferencia entre ser niño y ser adulto
respecto a las necesidades y a los espacios.
Fue a finales del siglo XVIII que comenzó a construirse en Europa la idea
moderna sobre la infancia, la cual planteaba la existencia de demandas y
necesidades propias de niñas y niños, que los identificaba como un grupo diferente
al de los adultos. Como consecuencia, los Estados y las sociedades, durante el
siglo XIX, comenzaron a crear espacios para su desarrollo, cuidado, educación,
alimentación, protección e instrucción escolar.
La percepción colonial de infancia fue sustituida por la noción de infancia que
fue vista como un proyecto de Estado, el cual tenía el propósito de formar
ciudadanos bajo el modelo del trabajo y la disciplina, lo que debía lograrse por
medio del progreso social. De este modo, se buscó que la infancia fuera instruida
y vigilada para evitar que tuviera inclinaciones hacia la vagancia, la mendicidad y
los vicios.
Reconocer los espacios infantiles invita a explorar prácticas, interacciones y
escenarios que formaron parte de la vida cotidiana de la sociedad y de los
procesos históricos. Como resultado, identificar estos espacios conduce a
reflexionar sobre las interacciones entre adultos y niños, y sobre la construcción de
las experiencias y de las identidades infantiles que se han configurado en el
tiempo. Desde principios del siglo XIX en México, y en el naciente Estado de
México, los planes para construir una infancia desde la perspectiva de la
modernidad fueron establecidos de acuerdo con los ideales que se pensaron para
conformar una nueva nación.