Jacinto, el malhumorado
Hace unos meses que Jacinto está de pésimo humor. Nada lo pone de buenas, ni en su casa ni en la escuela. Hasta que un día su abuela lo visita y le lleva un regalo muy especial que lo ayuda a comprender que, muchas veces, la tristeza se disfraza de enojo. Así, poco a poco, Jacinto empieza a sanar.